…Eréndira entendió entonces que hacer el amor era más que besar el cuerpo del otro con un rencor dulce. Poco tenía que ver con amaneceres y suspiros.
Hacer el amor era más bien arropar la promesa de la vejez y aceptar la frustración de la torpeza. Hacer el amor era, en primera y última instancia, besarse el alma sin usar los labios.
…Entonces, el Capataz Armenio escupió sobre la tierra y el desierto sobre el cual había andado por 40 días brotó un manzano. Milenios más tarde, algunas culturas le llamarían a aquel territorio: Jardín del Edén.











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